Comer es uno de los mayores placeres de la vida. Sin embargo, esta sensación de satisfacción se ve afectada cuando los gases invaden el estómago del individuo. Pero este problema frecuente puede ser controlado según el estilo de vida que adoptes.
Muchas son las causas que originan los gases estomacales. La mayoría de ellas dependen de la condición que padece el afectado. Así como también la manera en que funcionan su metabolismo y su proceso digestivo.
A pesar de ello existen dos razones comunes por las que ocurre una dispepsia. La primera de ellas, está relacionada con la intolerancia o alergia a algunos alimentos que dañan o irritan el tracto digestivo.
Mientras tanto, la segunda está vinculada con el estilo de vida que se asume. Si tus días son agitados, llenos de estrés y mala alimentación lo más probable es que tu digestión no sea buena. Para mejorarla deberás seguir estos consejos que te daremos a continuación.
9 Consejos para tener una vida sin gases
Padecer de gases estomacales es una situación que en muchas ocasiones se puede controlar. ¿La fórmula secreta? Llevar un estilo de vida adecuado en conjunto con una alimentación equilibrada naturalmente.
Pero esto no siempre es fácil de conseguir, pues en la actualidad las personas están acostumbradas a tener una vida rápida para cumplir con múltiples obligaciones. Esto los impulsa a comer velozmente para saciar su hambre.
Acuden entonces a la comida rápida, los alimentos procesados o con exceso de grasas, las bebidas gaseosas, entre otras. ¿El resultado? Un estómago hinchado por los gases acumulados y con dolor.
Por eso el día de hoy vamos a enseñarte esos buenos hábitos que debes asumir para procurar el bienestar de tu barriguita. Asegurándole a tu cuerpo el mejor procesamiento y absorción de los alimentos que consumes.
1. Come despacio
Disfrutar de la comida debe ser uno de esos momentos en que te dedicas a quererte y consentirte. No te apures, no corras, mastica cada bocado como si fuese el último. Ten en cuenta que la masticación es el primer paso para tener una buena digestión.
Esta afirmación asegura que mientras más veces tritures el alimento con tus dientes, será cubierto de mayores enzimas salivales, lo que permite una excelente digestión estomacal. Después, este último se va a encargar de descomponerlo y tomar de esa poción el nutriente necesario.
No obstante, si se consumen bocados muy grandes, sin masticarse correctamente, lo más probable es que el proceso de digestión se haga lento y pesado. La mayoría de las ocasiones acompañado de gases, hinchazón y dolor.
También trae como consecuencia que el metabolismo se ralentiza y la persona engorda más rápido. ¿Por qué? Se debe a que la sensación de saciedad dura menos tiempo.
2. Dedica al menos 20 minutos a la comida…
Es así, asegúrate de dedicarle al menos 20 minutos a tu comida. Procésala con calma y mastica al menos 40 veces cada bocado. Esto te permitirá tener una mejor digestión, al mismo tiempo que podrás controlar los gases estomacales.
3. Reduce el consumo de estos alimentos
Fibra
Evita consumir alimentos con exceso de fibra debido a que pueden provocar numerosos gases. Sin embargo, no debes eliminarlos por completo de tu dieta porque ellos contribuyen a la salud de tu flora intestinal.
Adiós frituras y grasas
Los alimentos con alto contenido grasas disminuyen las posibilidades de expulsión de gases. Esto causa hinchazón y dolor en la zona abdominal. Además, su consumo en exceso causa problemas al corazón.
Lácteos
Estos son unos de los principales componentes que generan irritación o gases abdominales a las personas. De hecho, existe un grupo amplio de la población que ha sido calificada como intolerante a la lactosa. Por ello, se recomienda consumirla con moderación.
Edulcorantes artificiales
Al igual que los alimentos altamente procesados, los edulcorantes artificiales provocan gases. También debes evitar el consumo de bebidas gaseosas, como el refresco o el alcohol. Pues, estas tienen dióxido de carbono que produce gases intestinales.
4. Lleva a tu boca porciones pequeñas
Comer balanceado está relacionado a la cantidad de comidas que consumes diariamente. Es importante reducir las porciones para tener una mejor digestión y evitar cualquier tipo de gases o molestias.
Asimismo, de esta forma te asegurarás de darle a tu cuerpo la energía que requiere para estar activo todo el día. De manera que te sientas totalmente satisfecho.
5. Evita masticar chicles o caramelos duros
Normalmente, cuando se consume este tipo de golosinas el individuo suele abrir la boca con constancia. Esto causa que las corrientes de aire ingresen en la boca, causando gases que se acumulan en el intestino y generan molestias.
6. Libera el estrés
Alimentar a tu cuerpo mediante cada bocado merece toda tu atención. Por ello, es indispensable que el proceso se haga en un ambiente tranquilo y relajado. Recuerda que se trata de un espacio de disfrute.
De hecho, algunas personas sufren de una digestión pesada tras comer mientras están molestos, alterados o asustados. Esta situación trae consigo importante hinchazón estomacal, gases, cólicos e incluso dolores molestos.
7. Evita llevar prendas ajustadas a la hora de comer
Intenta comer con ropa holgada para que no interfiera en tu proceso digestivo. De lo contrario, cuando se usan fajas o pantalones apretados las personas suelen presentar hinchazón intestinal.
El motivo de ello es que no hay un correcto flujo de aire en el tracto digestivo. Por la presión de la ropa estos se quedan atrapados en forma de gases.
8. Cocina bien los alimentos
Para asegurarse de que tengan una cocción completa lo ideal es que estos sean pasados por el horno o la plancha, solo si tienes dudas de la estufa.
9. Malos hábitos
Por su parte, existen prácticas habituales que realizamos día tras día, las cuales nos hacen más propensos a sufrir de dispepsia, o cualquier malestar estomacal que nos genere gases. Entre ellas se podrían resaltar las siguientes:
Tener una dieta a base de carbohidratos
Es decir, tener una dieta basada en pan, papas, arroz, alimentos de panadería, entre otros. Esto no es sano para nuestro organismo, dado a que no le estamos suministrando todos los nutrientes que requiere.
Tampoco es ideal para tener un buen proceso de digestión. De hecho, consumir estos alimentos en exceso puede llevarnos a sufrir de abundantes gases.
Fumar
Esta práctica es mala de por sí porque al fumar introduces en tu cuerpo una sustancia química que se llama nicotina. Va obstruyendo y dañando tus pulmones, haciéndote susceptible a sufrir enfermedades respiratorias e incluso cáncer.
No obstante, otra de las consecuencias negativas del cigarrillo es la hinchazón abdominal. Debido a todo el aire que el sujeto toma al inhalar y que luego no expulsa por completo, se convertirá en gases acumulados en el tracto digestivo.
Comer con la boca abierta
Sin duda, otro de los malos hábitos a la hora de comer que podrían ocasionar los tan molestos gases. Y es que al masticar cada bocado con la boca abierta, en ella entra más aire del necesario. ¿Consecuencias? Dicho aire viaja en nuestro tracto digestivo y se acumula en los intestinos.
Automedicarse
El mal uso de antibióticos o algunas medicinas no recetadas por el doctor, pueden evitar que nuestro sistema digestivo funciona correctamente. Esto se debe a que se procesan los medicamentos de forma incorrecta.
El resultado de ello, se traduce en un aumento excesivo de bacterias capaces de fermentar algunos alimentos, lo cual genera gases y malestar estomacal.
Acostarse luego de comer
Cenar pesado y luego acostarse a dormir afecta la facilidad de conciliar el sueño. Pero también, trae como consecuencia la aparición de los gases en tu abdomen.
Solución: haz ejercicio para reducir gases
Una de las formas más eficientes de mantener tu cuerpo sano y asegurar su correcto funcionamiento en todos los ámbitos, es haciendo ejercicio. En el caso del sistema digestivo, ayuda a mejorar el flujo intestinal, lo cual evita el riesgo de sufrir de estreñimiento
Recordemos que el estreñimiento es uno de los principales causantes de la hinchazón abdominal, pues favorece que en el colón se acumulen los gases.
Además, ayuda a aumentar el metabolismo, por lo que el proceso de digestión se hace más rápido. Esto contribuye a eliminar esa sensación de pesadez o cansancio que siente el individuo luego de comer.
También ayuda a que se reduzca el estrés al mover el cuerpo. De forma que tendrá un mayor disfrute a la hora de comer cualquier alimento.
Finalmente, contribuye al control del apetito del sujeto y lo obliga a tomar mayor cantidad de agua. La hidratación se convierte en un elemento fundamental para mejorar todo el proceso digestivo.