A todos los seres humanos nos gusta consentir a nuestro paladar con comidas exquisitas. El problema se presenta cuando nuestro estómago no procesa bien esos alimentos. Por eso hoy te vamos a enseñar varios masajes abdominales para reducir los gases y cólicos.
Algunos buenos masajes abdominales combinados con ejercicios de estiramiento es lo que nuestro cuerpo requiere para aligerar la digestión. Esto ayudará a que ocurra un mejor movimiento intestinal, favoreciendo la absorción de nutrientes.
Sin embargo, es necesario recordar que evitar o reducir los gases es un proceso que va a depender de los hábitos alimentarios que asuma la persona y el estilo de vida que lleve.
También puede variar de acuerdo a los cuadros o problemas estomacales que padezca. O las intolerancias que tenga frente a uno u otro alimento.
Pero, sin importar la condición, los masajes abdominales que te indicaremos a continuación te ayudarán a aliviar tus malestares.
Cómo benefician los masajes abdominales
Los gases, expulsados a través de eructos o flatulencias, son un problema común que padecen todas las personas desde pequeñas.
Esto puede ser bastante molesto, pues genera una sensación de pesadez e hinchazón que no disminuye hasta que el gas sea liberado.
Para lograr este último paso existen múltiples alternativas. Sin embargo, una de las más eficientes son los masajes abdominales; los cuales permiten activar toda la actividad digestiva a través de contracciones, liberaciones y presiones.
Muchos de estos movimientos se aplican a bebés o niños que padezcan de gases. A los pocos minutos notarás cómo la hinchazón de su barriguita se disminuirá poco a poco, a la medida que ellos van expulsando las flatulencias.
Dichos movimientos también sirven para mejorar cualquier problema de estreñimiento. O en caso de estrés y ansiedad, nos ayuda a liberar se sensación de un nudo en el estómago.
Qué debes tener en cuenta
Antes de hacerte cualquiera de los masajes abdominales que te presentaremos a continuación, debes tener en cuenta varios aspectos. Entre ellos, el principal es estar seguro de que tu problema se trata de simples gases retenidos en los intestinos.
Dado a que si se trata de un problema peor, la presión ejercida por los dedos tal vez lo empeoraría.
También es necesario tener en cuenta que estos masajes se tienen que hacer adecuadamente para que surja efecto. De lo contrario, los gases no serán expulsados y producirían un malestar mayor.
Finalmente, la persona que se hará el masaje debe asegurarse de que no se encuentra:
- En estado de embarazo.
- No posee cicatrices recientes de una cirugía cercana al área.
- No tiene problemas de hipertensión.
- Evitar hacerlo también si acaba de comer o tiene la vejiga llena.
Tipos de masajes abdominales
Antes de que empieces a realizar cualquier masaje debes hacer una fase de calentamiento. En ella la respiración juega un papel fundamental.
Primero que nada, acuéstate cómodamente en el suelo de la sala, sobre una colchoneta, o en el mueble.
Estira todo tu cuerpo, cierra los ojos y empieza a respirar profundamente. Hazlo de forma suave, inhalando y exhalando de forma lenta.
Algunos especialistas recomiendan calentar la zona para que el masaje haga mayor efecto. Para ello solo debes frotar las palmas de tu mano rápidamente para generar fricción. Una vez que estas se encuentren calientes procede a colocarlas encima de tu barriga.
Una puede ir sobre el ombligo y otra debajo del mismo. Esto ayudará a preparar el abdomen para los movimientos que se realizarán a continuación. Recuerda que puedes elegir el masaje que quieras. Preferiblemente el que te produzca menos molestias.
El clavo
Una de las posiciones más fáciles de hacer y también más efectiva es la que popularmente recibe el nombre de “el clavo”. Consiste en acostarse boca arriba, mientras estiras tus piernas hacia arriba.
Puedes recostarlas de una pared o de algún objeto, pero los pies deben permanecer rectos. Es lo más importante.
Para mayor soporte, coloca tus manos debajo de tu cadera. Una vez en esa posición, procede a realizar respiraciones profundas. Hincha tu abdomen cuando inhales y vacía cuando exhales.
La contracción y liberación ayudarán a mejorar la actividad intestinal; y favorecerán la liberación de los gases que se encuentran retenidos.
Este mismo movimiento puede repetirse en una posición llamada “lomo de gato”. En la misma también se inhala y exhala hinchando y liberando la barriga. No obstante, el individuo va a estar recostado en cuatro puntos con ayuda de los brazos y las rodillas.
Respiración abdominal con rodillas
Para aplicar un poco de más presión a la respiración abdominal, la persona puede llevar sus piernas flexionadas al pecho. Una vez allí, procede a agarrar sus rodillas con las manos entrelazadas.
En ese momento empieza la inhalación inflando la barriga, y exhalación liberándola. Todo este proceso puede durar aproximadamente 2 minutos. Luego de ello la persona sentirá alivio.
Elevación de pelvis
En este caso la persona se acostará boca arriba, pero con las rodillas semi-flexionadas y las manos sobre el abdomen.
Una vez el cuerpo se encuentre totalmente relajado el individuo puede empezar a elevar la pelvis. Esto mientras deja el resto de la parte superior del tronco pegado del suelo.
Mientras eleva la pelvis empieza a hacer las respiraciones profundas. Hincha la barriga cuando aspira y libera cuando exhala. Mientras, va masajeando suavemente la zona de la pelvis.
Al terminar puede descansar por unos segundos recostando nuevamente toda la espalda del suelo. Después se repite el ciclo.
Presión con la yema de los dedos
Otro de los masajes indicados cuando de problemas estomacales se trata es la presión con la yema de los dedos o las palmas. Estas necesitan realizarse en zonas determinadas dependiendo de la finalidad y molestia que sienta el paciente.
Existe una forma que favorece el movimiento intestinal de forma general. En ella se colocan las palmas encima del ombligo, una sobre la otra. Se presiona suavemente y se empiezan a hacer círculos siguiendo los sentidos de las agujas del reloj.
Esto se puede hacer en la mañana durante unos cuantos minutos o antes de acostarse. De este movimiento existen algunas variaciones.
Parte inferior
Este masaje va dirigido a la zona del apéndice, con la finalidad de liberar los gases que se concentran en la parte superior de la cadera.
Justo en esa área se empezará a empujar con mucha suavidad hacia abajo. Poco a poco vas agregando presión, pero sin hacerte daño.
Después empieza a realizar movimientos circulares hacia la zona superior. La materia fecal en el interior de nuestro intestino justamente realiza este recorrido o movimiento.
Por lo tanto, este tipo de masajes abdominales sirven para mejorar los malestares producidos por el estreñimiento.
Se puede realizar de lado y lado durante 30 segundos. Después de unos minutos empezarás a sentir alivio.
Desde la boca del estómago
Si los anteriores no te alivian puedes probar aplicando presión en otro sentido. En este caso necesitas colocar la mano derecha justo debajo de la boca del estómago. Ejerce presión en esa zona mientras inhalas y exhalas lentamente.
Luego de ello empieza a bajar la mano poco a poco de forma vertical, dibujando una línea. Una vez que llegues a final del estómago y el comienzo del vientre, cambia de mano y comienza con la otra.
Hacer esto de forma regular puede contribuir a que el vientre pueda aflojar las heces fecales y gases que se encuentran retenidos.
Girar piernas
Se trata de un ejercicio de estiramiento combinado con masajes. Consiste en que la persona se acueste boca arriba recostando todo el tronco del suelo.
Una vez allí, empezará a inhalar y exhalar suavemente mientras gira la mitad del tronco hacia el lado derecho; esa mitad donde se encuentran las piernas y rodillas.
Durante ese momento pellizcarás levemente todo el costado del cuerpo, en especial la zona abdominal, de abajo hacia arriba.
Después repite el movimiento pero hacia el otro lado. Tras unas cuantas repeticiones empezarás a sentir alivio y la hinchazón empezará a disminuir.
Después de los masajes abdominales
Los masajes y movimientos aquí presentados se pueden practicar tanto en los momentos de dolor, como en aquellos en los que el individuo no siente ningún malestar en particular. Al menos dos veces por semana.
Este proceso ayuda a relajar el abdomen y mejorar todo el movimiento intestinal, mientras acelera el metabolismo; al mismo tiempo que evita el estreñimiento y facilita la expulsión de gases acumulados.
Claramente, para lograr estos beneficios es fundamental que los movimientos se hagan de forma adecuada, y durante unos cuantos minutos.
Así que deja de sufrir por esa hinchazón, que aparte de que te genera molestias, estéticamente te hace lucir más inflado de lo normal.
Aplícate alguno de estos masajes abdominales o realiza una rutina de los mismos y mejora significativamente tu digestión.